Desde hace unos años, el gluten ha pasado de ser un completo desconocido a verlo mencionado en menús de restaurantes, en productos elaborados o envasados… Lo relacionamos con alergias y con la celiaquía.
¿Pero qué es el gluten?

El gluten es una proteína que se usa como aglutinante en la elaboración de muchos productos, más de los que nos creemos. Se encuentra en las semillas de muchos cereales como el trigo, quizás el más común, pero también en la cebada, el centeno el triticale, espelta y en la avena (solo en algunas variedades).
El gluten no es necesario para el ser humano. De hecho su valor nutricional es relativamente bajo, sin embargo la industria alimentaria lo ha utilizado principalmente para dar consistencia, espesor y volumen. Frecuentemente seencuentra en la comida rápida y elaborada. Por eso en Rogusa cocinamos nuestros platos preparados sin necesidad de hacer uso del gluten.
La importancia que ha ido adquiriendo el gluten en nuestra sociedad se debe a que la intolerancia a este componente y la celiaquía en particular no es una enfermedad minoritaria. La celiaquía es una enfermedad autoinmune, crónica y sistémica que se produce por una reacción al gluten, en personas genéticamente predispuestas. Según los datos que nos ofrece FACE, (Federación de las Asociaciones de Celíacos de España) se estima que afecta a uno de cada 71 niños y a uno de cada 357 adultos.
No es, por tanto, como nos imaginábamos una enfermedad minoritaria, en España en total existen aproximadamente 500.000 personas que sufren esta dolencia autoinmune. Y lo que muy pocos saben, es que el crecimiento en la población es de un 15% cada año. De hecho, hay muchos enfermos. Se calcula que un 75% de los celíacos que aún no saben que lo son. Estas personas sufren los síntomas achacándolos a otro tipo de enfermedades o malestares.
¿Cómo reconocer la celiaquía?
Lo primero que necesitamos saber es que esta enfermedad se puede presentar a cualquier edad. Al parecer se presenta más comúnmente en adultos mayores de 60 años y con mayoría de mujeres. Suele llegar con pérdida de peso, pérdida de apetito, náuseas, diarreas, dolor abdominal entre otros. Son síntomas tan frecuentes en muchas enfermedades que se hace complicado detectar esta afección.
Platos Sin Gluten Rogusa

En Rogusa tenemos un compromiso con nuestros clientes y es el de ofrecer productos de máxima calidad y elaborados con ingredientes seleccionados. Carnes que nosotros mismos elegimos. Legumbres que pasan nuestros controles de calidad, más estrictos que los impuestos tanto por la Unión Europea como por nuestro propio país. Verduras frescas, aceites de primera calidad, especias… En definitiva, todo lo que nuestros platos precisan para que nuestras recetas tradicionales, sepan a lo que tienen que saber. Que nuestros platos no pierdan ni un ápice de sabor y lleguen a casa de nuestros consumidores y sean degustadas donde quieran. Y todo ello, con la seguridad de que no será un problema para personas afectadas por la celiaquía o tengan algún tipo de alergia o intolerancia al gluten.
Y nuestro granito de arena, ¿Qué pasa si tienes invitados que no pueden comer gluten?

Empieza por la cocina: Lo primero que debes saber es que hay que evitar la contaminación, es decir, no utilizar el mismo aceite para freír unos filetes empanados que llevan gluten y después emplearlo en la preparación de otro alimento que consumirá tu invitado.
El menú: Piensa bien en los alimentos que puede consumir tu invitado. Las ensaladas son una buena opción para los entrantes y un plato principal de carne o de legumbres Rogusa te puede ayudar. En cualquier caso, si vas a utilizar algún plato preparado, revisa bien la etiqueta del producto, debe indicar claramente que no contiene gluten. A pesar de que el alimento en cuestión no debería contener gluten, existe la posibilidad de que en la fabricación se hayan usado elementos o procesos en los que anteriormente se incluyeran alimentos con gluten lo que provoca una contaminación.
Los complementos: Los panes normalmente contienen gluten, suelen realizarse con trigo, sin embargo existen en el mercado cada vez más opciones de panes sin esta proteína. Si al final decides que hay un pan para tu invitado y otro para el resto, colócalos en platos diferentes. No permitas a nadie que moje en platos que se van a compartir o que se usen los mismos cuchillos para untar paté por ejemplo.
Y si tienes estos cuidados, seguro que tus invitados y tú disfrutaréis de una agradable comida.